Estambul está decidido a recuperar las visitas de los cruceros. Inclusive aspira a multiplicar el número de viajeros, gracias a las nuevas instalaciones que se inaugurarán este año y que le permitirán dar la bienvenida a 1,5 millones de cruceristas anuales.
El puerto de Galataport abrirá –si no hay contratiempos- en marzo de 2020, tras siete años de trabajos que implicaron una inversión de más de 620 millones de euros.
El proyecto contempla que pueda recibir simultáneamente hasta tres mega-cruceros de la línea Oasis de Royal Caribbean, los más grandes del mundo, que podrían aportar hasta 15.000 viajeros al mismo tiempo a la ciudad turca.
La terminal sigue los estándares internacionales en todos los servicios y operaciones de control de pasajeros, equipaje y pasaportes, que son completamente subterráneos. La terminal ha sido diseñada por la firma de arquitectura Autoban, con sede en Estambul, cuya conceptualización precisa de los movimientos de pasajeros y las funciones de la terminal contribuyen a la experiencia del visitante.
El diseño de Galataport Istanbul sigue un enfoque moderno que refleja el valor histórico del puerto y el tapiz cultural de los distritos circundantes como Karaköy y Beyoğlu. El proyecto se encuentra en Karaköy, justo al otro lado y muy cerca de la península histórica. Basándose en el patrimonio cultural de la región, el concepto de diseño se basa en cisternas antiguas, especialmente las construidas durante el reinado de los imperios romano y bizantino. Estambul cuenta con varios, incluyendo la Cisterna de la Basílica y la Cisterna de Philoxenos, que son monumentos históricos clave y atracciones turísticas muy populares.
Las columnas redondeadas y la forma estructural del interior de la terminal reflejan la calidad arquitectónica y el carácter de estas antiguas cisternas. Para crear un sentido de dirección, la terminal también presenta materiales distintos en las direcciones del Palacio Topkapı y el Palacio Dolmabahçe, los primeros y últimos centros administrativos del Imperio Otomano.
